A pesar de las grandes dificultades para retomar la actividad escolar este año, a pesar de que estás hecho un vaguete, a pesar de que nos agotas con los deberes día a día, a pesar de la tensión constante a la que nos estamos sometidos por tu actitud ante el cole y el trabajo en él... a pesar de todo ello, tengo que decir que estoy, estamos, superorgullosos de ti!!!!
Llevamos un primer trimestre muy duro, Alberto nos está echando un duro pulso a todos, los motivos que él expone son muy claros:
- No quiero ir al colegio,ni al que voy ni a ninguno.
- Tú, mami, eres profe y me puedes enseñar todo lo que necesito aprender.
- A lo único que quiero ir es al recreo
- El cole es aburrido y prefiero estar de vacaciones.
SOn muchas las estrategias que estamos empleando para que Alberto supere esta fase, una fase que a mí como madre y como docente me hace salir muchas canas, estoy preocupada, no quiero que él tenga esta percepción del colegio, ni tampoco quiero que sea un vago, aunque creo que es más un tema de desmotivación... La escuela de hoy en día no cumple con los requisitos que esta nueva generación de pensadores visuales y mentes prácticas demanda. Es difícil, muy difícil, los libros no les dicen nada a estos niños, los aprendizajes deben ser muy significativos, la motivación y sus intereses deben ser los puntos de partida para el aprendizaje, pero creo que pocos estamos preparados para ello, y me incluyo en los no preparados...
Alberto aprende y aprende muchas cosas, pero sobre todo las retiene cuando le son útiles, cuando para él son prácticas, cuando les saca un provecho.
Hoy ha tenido un buen día en el cole, pero eso es uno de cada mes, nosotros intentamos motivarlo, premiarlo, alentarlo, hacerle comprender que igual que los padres tenemos que hacer un trabajo a diario, él también tiene un trabajo muy importante: el colegio.
El viernes llegué pronto de mi colegio, me disponía a terminar de hacer la comida y recoger la casa cuando suena el teléfono, era de su colegio, me llamaban para decirme que estaba "retenido", que no lo habían mandado en el autobús. A toda velocidad salí hacia el colegio, mil cosas pasaron por mi cabeza, estaba muy preocupada, muy asustada y muy triste. Cuando llegamos allí me encuentro la siguiente escena: Alberto sentado en la silla de la orientadora con su libro abierto delante, y la orientadora y la tutora muy serias y enfadadas con él. Les pregunto que ha pasado y me dicen que no quiso hacer nada en toda la mañana y que le llegaron a amenazar con no irse a casa... y tuvieron que cumplir con la amenaza. Pero me sorprendía que Alberto no estaba lloroso, solo comenzó a lloriquear cuando le hablé muy seria pidiendo explicaciones de aquello.
Salí de allí muy enfadada, incluso enfadada conmigo misma, ¿en que estamos fallando me pregunto?, no es normal que un niño de 7 años no tenga interés por ir al colegio y por aprender... ¿Qué debemos hacer?, os juro que me encuentro muy perdida.
Llegamos a casa, comió, y lo mandé a dormir sin darle la oportunidad de hacer nada de lo que le gusta, tras dos horas de siesta (estaba agotado pues desafiar es muy cansado), hizo gran parte de la tarea pendiente. Estuve hablando con él, explicándole que tiene que trabajar si quiere disfrutar de su tiempo libre... A la noche su única preocupación era saber cuándo eran las vacaciones de Navidad y que si iban a durar ¡30 semanas!... ufffffffff.
Este fin de semana no fuimos a ver "El Gato con botas" como pensábamos hacer, lo hemos dejado para cuando trabaje un poquito más en el colegio, él estaba muy apenado pero ni rechistó.
Hoy es miércoles y de tres días lleva dos buenos y uno malo, veremos cómo vamos evolucionando pero de verdad que estoy muy cansada, cansada de estos sustos y de estos pulsos, pero tengo muy claro que debo ganar también esta batalla.
Hoy a la hora de ir a dormir como siempre le he contado un cuento, Alberto sabe ya leer, pero solo lee cuando lo obligas, pero hoy me ha sorprendido pues en todas las páginas del libro de "Las focas" que estábamos viendo se animó a leer por él mismo los títulos de cada página, y de verdad que me alucina, lee muy bien ya ( para su edad, se entiende) y además con comprensión, pero esto ha sido un gran paso pues disfrutaba de compartir conmigo su lectura y lo hacía porque le apetecía, nadie lo mandó, nadie lo presionó... La verdad es que solo por estas pequeñas cosas vale la pena seguir peleándome con él, pues es un niño con muchas cualidades, muy dulce y muy cariñoso pero que está pasando una fase compleja de la que estoy segurísima que saldrá renovado pero ¡Por favor que acabe pronto!
Con nuestra ayuda y comprensión saldremos adelante seguro, de cosas peores hemos salido, mucho peores... pero esta fase es también muy dura!!!!
3 comentarios:
Cuca, es que somos súper-papás, no súper-héroes, así que el factor humano está por delante de cualquier otro, y cuando el camino se hace largo y pedregoso necesitamos desahogarnos y aflojar un poco. El desarrollo de los niños tiene fases, el de TODOS los niños, y no podemos mantener siempre el mismo estado de forma. Aférrate a momentos como el del cuento de las focas de esta noche, y verás como vuelven a ser más frecuentes. Un gran abrazo y mucho ánimo, supermamá!
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Catherine
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UN BESITO Y FUERTE ABRAZO. FELIZ FINDE!!!
LA SEÑO VANESPECIAL
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