1 nov 2008

¿QUÉ DEBO HACER SI SOSPECHO QUE MI HIJO O HIJA ES AUTISTA?

Lo primero de todo es no perder la calma ni derrumbarse, de verdad, os lo digo por experiencia. Hay que buscar ayuda y cuanto antes mejor, está comprobado que la atención temprana los hace mejorar mucho y les permite superar varias de sus dificultades.

Debemos sospechar cuando presentan deficiencias en la comunicación verbal y no verbal, en las interacciones sociales y en las actividades de ocio y juego. Este trastorno les dificulta comunicarse con otros y convertirse en miembros independientes de la comunidad. Pueden exhibir movimientos repetitivos del cuerpo (aleteos de las manos o balanceo del cuerpo, giros...), respuestas inusuales a la gente o apego a objetos y resistencia a cualquier cambio de rutinas.

La realización de un diagnóstico adecuado es difícil para el médico de cabecera con limitado entrenamiento o exposición al autismo, ya que las características de dicho trastorno varían mucho. Una breve observación en un solo medio ambiente no puede presentar un cuadro verdadero de las habilidades y patrones de comportamiento de un individuo. A primera vista, la persona con autismo pareciera poseer retardo mental, una incapacidad de aprendizaje o problemas de audición. Sin embargo, es importante distinguir el autismo de otras condiciones, ya que un diagnóstico preciso puede proporcionar la base para construir programas apropiados y efectivos de educación y tratamiento.



Lista de Chequeo del Autismo (extraída de la"Autism Society of America"del artículo “Información General Sobre El Autismo”): Los individuos con autismo generalmente exhiben por lo menos la mitad de las características señaladas en la lista que se encuentra líneas abajo. Los síntomas pueden oscilar de leves a graves y varían en intensidad. Además, el comportamiento usualmente ocurre a través de muchas situaciones diferentes y es consistentemente inapropiado según las diferentes edades.

• Dificultad en juntarse con otros niños

• Insistencia en lo idéntico en todo, resistencia a cambios de rutina

• Risa y sonrisa inapropiadas

• Ningún temor real a los peligros

• Poco o ningún contacto visual

• Insensible a métodos normales de enseñanza

• Juegos raros ininterrumpidos

• Aparente insensibilidad al dolor

• Ecolalia (repetición de palabras y frases en vez de un lenguaje normal)

• Prefieren estar solos; tiene una manera reservada

• Puede no querer abrazos de cariño o puede arrimarse cariñosamente

• Hace girar los objetos

• Demasiada o poca actividad física que se manifiesta en lo extremo

• Las rabietas; exhibe angustia sin ninguna razón aparente

• No responde a indicaciones verbales; actúa como si fuera sordo

• Apego inapropiado a objetos

• Habilidades motoras y actividades motoras finas desiguales

• Dificultad en expresar sus necesidades; emplean los gestos o señalan a los objetos en vez de usar palabras.

Lo primero que debemos hacer es hablar con el médico pediatra del niño/a para que lo derive a neuropediatria, allí le aplicarán un protocolo que descartará otras posibles causas de la problemática, paralelamente debemos ponernos en contacto con alguna asociación de autismo para que le hagan una evaluación diagnóstica.

No quiero alarmar a nadie pero 1 de cada 500 niños (ya hay quien habla de 1 de cada 200) nacidos está padeciendo este trastorno en mayor o menos medida así que debemos ser precavidos y asegurarnos de que eses "problemillas" de nuestro hijo /a no son tonterías.

¡La detección precoz y la intervención temprana puede ser determinante para su vida futura y para la vida familiar! Poner una venda en los ojos no hace desaparecer el problema, lo agrava.

Enlaces:
Alumnado con trastornos xeneralizados do desenvolvemento

3 comentarios:

Lasonrisadearturo dijo...

Podemos añadir luchar con el pediatra, que va a decir sin duda: no habla porque no tiene nada que decir o cosas por el estilo...

Yoly dijo...

Otras de los pediatras es "es vago" "hay que darle tiempo" o la clásica "mamá no todos los niños se desarrollan igual"

Saluditos.

Maite dijo...

"No quiero alarmar a nadie pero 1 de cada 500 niños (ya hay quien habla de 1 de cada 200)"

Yo ya he leido artículos que citan 1 entre 150... es increíble.

Estoy con Esther, antes que nada LUCHAR con el pediatra para que tenga en cuenta que no somos madres histéricas sino que vemos que hay un problema. Casi siempre tardan en reaccionar y alarmarse y para cuando conseguimos que nos deriven al neurólogo pueden pasar meses. En fin.